Mi juguete favorito. Porque todos hemos sido niños…
Jose Antonio Vallejo (Moribundo por el Arte), desarrolla desde 2007 Mi juguete favorito, un proyecto de duración indeterminada que crece con la misma experiencia vital del artista, basando su trabajo en hechos personales en torno a esta figura que tanto nos marca en la infancia.
En 2010, con la realización del Máster en Arte, Creación e
Investigación, Jose Antonio consiguió reforzar el discurso de
esos muñecos que tanto le obsesionan con la representación de esta
especie de diario íntimo por medio de las piezas artísticas,
bien sean gráficas (dibujo y grabado), escultóricas (estereolitografía a
partir de escaneado 3D de su propio cuerpo), instalaciones de objetos
cotidianos e incluso una performance camuflado con sus ya icónicos
disfraces: una marioneta o un oso de peluche.
Moribundo por el Arte nos habla de una historia personal a través de frases comunes, pretendiendo conectar lo cotidiano con lo trascendente, creando así un proceso que va de lo personal a lo universal. Todos hemos sido niños y
probablemente uno de los primeros objetos que llegamos a sostener entre
nuestras pequeñas manos y a estampar contra el suelo con violencia
desmedida es un muñeco, personajes de caras sonrientes y gestos apacibles que nos reconfortan. Somos o hemos sido niños vigilados a todas horas por cientos de ojos de PVC.
El artista se relaciona igualmente con el juguete, ya que es un medio ideal para conseguir expresar sentimientos e ideas de una forma simbólica muy clara.
Dadaísmo y Surrealismo siempre presentes en la memoria. La
posmodernidad, el sistema de valores consumista, dotó de alma a seres
inanimados y empezamos a despersonalizar a los seres humanos hasta
convertirlos en muñecos, apariencias de lo que deberían ser, objetos de
trapo rellenos de algodón que pueden ser usados hasta el momento que
dejan de cumplir su función, se desgastan o simplemente nos
encaprichamos de otro de nuevo colorido.
Nos convertimos en
juguetes cuando comenzamos a vender nuestra personalidad en beneficio de
los demás, en beneficio de los otros jugadores, y la vida es un escenario donde cada uno asume un papel, sin saber cual es el guión, como si existiéramos en una permanente película de Woody Allen. Muchos
se aferran a la facilidad de ser esos muñecos pero otros se aprovechan
del papel manipulador del que juega. Somos un personaje que se viste y
se desviste en consecuencia a la evolución de las reglas del juego y al
resto de jugadores…
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